A medida que las nuevas tecnologías siguen impulsando a las empresas modernas, la necesidad de subcontratación crece exponencialmente. La reducción de costes ha sido una ventaja tentadora de la externalización. Aparte del ahorro directo en gastos operativos, incluidos los salarios y beneficios de los empleados, la externalización permite a las organizaciones la libertad de concentrarse en las facetas del negocio y eliminar procesos importantes pero no esenciales de las operaciones diarias. Gracias a la gran accesibilidad de los conocimientos, se pueden encontrar personas altamente cualificadas a precios asequibles que están dispuestas a ayudar a su empresa.
Sin embargo, hay una serie de inconvenientes que deben evaluarse, para ayudar a decidir qué impacto tendría un servicio en una empresa. La diferencia horaria, la distancia geográfica y la falta de comunicación cara a cara pueden provocar deficiencias en el control de la gestión.
Las empresas de subcontratación se mueven por el beneficio; en consecuencia, la calidad de su trabajo puede verse afectada, a pesar de los acuerdos de nivel de servicio (SLA) establecidos. La información confidencial, como los historiales médicos o las nóminas, puede verse comprometida, ya que compartir datos o conocimientos propios de la empresa es inevitable cuando un alto nivel de confianza a un tercero forma parte de una relación de externalización. La búsqueda continua de medidas de reducción de costes cambia la forma en que los líderes empresariales toman sus decisiones, ya que buscan contratar al equipo de profesionales más cualificado posible.
¿Es la externalización la única solución para reducir los costes de forma efectiva? ¿La externalización de todos los procesos no esenciales le ahorra dinero?
Una reciente encuesta de Forrester Research (en la que se pidió a 128 responsables de la toma de decisiones en materia de TI que evaluaran 13 funciones clave en este ámbito), descubrió que casi el 34% de las empresas piensan que es cada vez más probable que se externalicen habilidades especializadas, como la gestión de activos. Pero, ¿es la creciente gama de opciones de externalización la única oportunidad de reducción de costes para la gestión de activos?
Aunque la mayoría de las organizaciones cuentan con algunos servicios y tecnologías actualizados con los que luchar contra los retos de la gestión de activos, ésta debe comenzar en los niveles más altos de una organización estableciendo una conciencia cultural de la importancia de los activos de TI. Dicha concienciación proporciona ganancias en la productividad de los trabajadores del conocimiento. Con ello, las empresas no tienen que ir más allá de los recursos internos para asignar tareas a una organización de terceros y pagar los cargos ocultos de la externalización.
Al equipar a sus propios profesionales de TI con las mejores herramientas de su clase, que proporcionan información sobre los recursos de hardware y software instalados en toda la empresa, pueden hacer mejor su trabajo y superar los retos de la gestión de activos de TI por sí mismos.
Establecer iniciativas internas de ITAM con el apoyo de la alta dirección no sólo reforzará los lazos dentro de la organización, sino que también conseguirá rentabilidad a largo plazo. El éxito en la reducción de los costes a largo plazo mediante la optimización de los activos, y el hecho de confiar estas tareas a los propios profesionales de TI de la empresa, se puede conseguir utilizando las herramientas de gestión de activos de TI de Open iT.
Si desea investigar más a fondo cómo se puede ahorrar sin los procesos innecesarios de subcontratación, programe una demostración y conozca las opciones más efectivas de recorte de costes en un mayor retorno de la inversión y ahorro.
Referencias:
i Marc Cecere, Varun Sedov, Sharyn Leaver. "Evaluación de las funciones clave de TI". Forrester 2 de abril de 2010.
ii James Bucki, Guía About.com. "Desventajas de la externalización: Razones por las que la subcontratación es mala para su empresa". 29 de julio de 2010.
