El software de simulación de ingeniería es cada vez más importante en diversos sectores, especialmente a medida que las prácticas sostenibles se convierten en una prioridad nacional. Aplicado tradicionalmente a los sectores aeroespacial, de defensa, energía, construcción y fabricación, el software de simulación ha permitido a las organizaciones mejorar el diseño, el rendimiento y la seguridad.
Sin embargo, el actual énfasis del gobierno estadounidense en la sostenibilidad medioambiental y la reducción de las emisiones de carbono abre nuevas posibilidades para que estas herramientas respalden objetivos climáticos ambiciosos. Junto con soluciones avanzadas de gestión de licencias como Open iT, que optimiza las inversiones en software de ingeniería, la tecnología de simulación puede impulsar transformaciones sostenibles en sectores críticos.
La creciente importancia de la sostenibilidad en la política gubernamental
Los objetivos de la administración actual, como lograr cero emisiones netas de carbono para 2050 y reducciones significativas de gases de efecto invernadero para 2030, son vitales para frenar el impacto medioambiental a largo plazo de sectores como la energía, la fabricación y el transporte. Estas áreas contribuyen sustancialmente a las emisiones en EE.UU.
Para alcanzar estos objetivos, las administraciones públicas recurren cada vez más a soluciones tecnológicas, y el software de simulación de ingeniería se perfila como un valioso recurso. Mediante análisis en profundidad, pruebas y optimización, esta tecnología permite a los organismos gestionar el impacto ambiental de sus proyectos de forma proactiva.
Impulsar la sostenibilidad medioambiental y los objetivos climáticos
Más allá de las mejoras operativas, el software de simulación forma parte integral de los objetivos federales de sostenibilidad. Al modelizar las emisiones, el consumo de energía y la utilización de recursos, las agencias obtienen datos valiosos para medir y mitigar el impacto medioambiental.
El análisis predictivo y el modelado basado en escenarios permiten diseños optimizados que reducen la huella de carbono, favorecen un transporte energéticamente eficiente e integran a la perfección soluciones de energías renovables.
Reducir el consumo de energía y las emisiones
Los programas informáticos de simulación son esenciales para modelizar el consumo de energía y las emisiones, sobre todo en infraestructuras complejas como edificios y sistemas de transporte. Al simular el flujo de aire, la transferencia de calor y la distribución de energía, los ingenieros pueden perfeccionar los diseños para reducir la demanda total de energía.
El Departamento de Energía (DOE) utiliza la simulación de ingeniería digital para predecir los resultados de eficiencia energética y ayudar a alinear los proyectos con certificaciones como LEED. Este enfoque proactivo se extiende a la fabricación, donde las simulaciones pueden reducir las emisiones de los procesos y la logística, apoyando así los objetivos federales de reducción de emisiones.
Distribución y gestión sostenibles del agua
La Agencia de Protección del Medio Ambiente (EPA) utiliza programas avanzados de simulación en la gestión sostenible del agua, incluido el diseño de nuevas infraestructuras hídricas, la modernización de sistemas obsoletos y la optimización de las operaciones para ahorrar energía. Estas simulaciones también permiten a la EPA evaluar la calidad del agua, la preparación para emergencias y la resistencia del sistema, garantizando una gestión sólida del agua. Estas simulaciones proporcionan información crítica sobre los riesgos de contaminación y los efectos de las catástrofes naturales, reforzando las prácticas sostenibles y la resistencia en la distribución del agua.
Proyectos de defensa respetuosos con el medio ambiente
El Departamento de Defensa (DoD), usuario desde hace tiempo de la ingeniería digital y la tecnología de simulación para la preparación operativa, prioriza ahora la reducción de su huella medioambiental. Con las herramientas de simulación, el DoD mejora la eficiencia energética de las instalaciones y minimiza las emisiones derivadas del entrenamiento y las operaciones.
Por ejemplo, las simulaciones ayudan al DoD a evaluar el potencial de los vehículos eléctricos para su flota, contribuyendo a reducir la dependencia de los combustibles fósiles. Además, las auditorías energéticas de las bases mediante simulación ponen de relieve las oportunidades de eficiencia y adopción de energías renovables, apoyando los objetivos medioambientales del DoD.
Software de simulación de ingeniería: Adquisición prioritaria
Se prevé que el mercado de software de simulación para ingeniería crezca de 18.100 millones de dólares en 2023 a 33.500 millones en 2028, impulsado por la demanda de herramientas analíticas avanzadas para gestionar riesgos, racionalizar la producción y mejorar el rendimiento. Se espera que los organismos federales, en particular los que participan en proyectos a gran escala, adopten estas herramientas para satisfacer las demandas operativas con precisión y eficiencia.
Más allá de los usos tradicionales en diseño y seguridad, las aplicaciones de simulación en ingeniería permiten a responsables políticos e ingenieros tomar decisiones basadas en datos, optimizando los proyectos para reducir al mínimo el impacto ambiental. Esta tecnología favorece la sostenibilidad al proporcionar información sobre el consumo de energía, las emisiones y el uso de recursos.
Valor máximo con Open iT
Las inversiones en software de simulación de ingeniería son considerables, y los modelos de licencia suelen crear complejidades para los organismos que gestionan amplias plataformas. Open iT ayuda a los organismos federales a reducir las licencias ociosas, optimizar los costes y alinear el uso del software con los objetivos de sostenibilidad.
Como proveedor certificado por la GSA, Open iT proporciona una gestión avanzada de licencias y análisis de uso específicamente diseñados para maximizar el rendimiento del software de simulación. Al revelar información detallada sobre el uso, Open iT permite a los organismos asignar licencias de forma más eficaz, reduciendo la infrautilización. Esto no sólo minimiza los costes, sino que garantiza la disponibilidad de recursos para proyectos críticos centrados en la sostenibilidad.
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